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Agro-Ayuda

jueves, 4 de diciembre de 2008

CANCRO BACTERIANO

CANCRO BACTERIANO

Clavibacter michiganensis

La bacteria sobrevive en el suelo por uno o varios años, en restos de plantas enfermas, en las estructuras de los invernaderos, en malezas (chamico, tomatillo) y en la semilla.

Se disemina por lluvia, viento, el riego y labores del cultivo, como podas, deshojes y trasplante de los almácigos.

La infección se produce principalmente a través de heridas de poda, raíces y estomas.

Luego el patógeno se traslada a través del xilema y de allí invade el floema, la médula y la corteza.

Se favorece con T°s de 16 a 36°C, como óptima 28°C, con alta humedad ambiental.

Síntomas:

El principal síntoma consiste en un marchitamiento sistémico de la planta.

Los primeros síntomas incluyen enrollamiento de las hojas basales, necrosis marginal de folíolos, enrollamiento hacia arriba de los folíolos, marchitamiento unilateral de hojas, es decir, mueren los folíolos de un lado mientras los del lado opuesto permanecen sanos.


En cultivos protegidos se observa que las hojas toman, en su inicio, una coloración verde opaco, se desecan y luego cambian a pardo claro y se necrosan.






En los tallos y pecíolos aparecen estrías de color amarillo o pardo claro.

Las estrías posteriormente pueden agrietarse y formar cancro, lo que le da el nombre común a la enfermedad.

En el interior se produce una decoloración del tejido vascular, amarillo rojizo a pardo rojizo, que es más evidente al nivel de los nudos del tallo.


En ataque más severos se observa una decoloración de la médula, la que adquiere una consistencia harinosa.

En los frutos, ocasionalmente, aparecen síntomas denominados “mancha de ojo de pájaro” o “mancha ocular”, que son lesiones blancas pequeñas con un centro pardo oscuro levantado, de aspecto costroso.

Importancia económica:

Esta bacteria, que solo ataca tomate y pimiento, se encuentra diseminada por todas las zonas templadas de cultivo de tomate.

En Chile afecta a los cultivos de tomate en invernadero del Valle Central, donde puede producir pérdidas cuantiosas, especialmente por ser una enfermedad de difícil control.
Control:

Utilizar semillas y trasplantes sanos.

Tratar semillas con agua caliente a 50°C por 30 min o con hipoclorito de sodio al 1% por 30 min.

Desinfectar suelos.

Tratar las raíces por inmersión, antes del trasplante, en una solución desinfectante con antibióticos.

No repetir el cultivo en el mismo terreno cuando se ha presentado la enfermedad (3 años).

Erradicar las malezas.
Arrancar plantas enfermas así como las vecinas, sanas en apariencia, y quemarlas.

Desinfectar las herramientas de poda y deshoje, con productos a base de alcohol o yodo.

Lavarse la manos frecuentemente con agua y jabón.

A fines de cosecha, eliminar restos del cultivo.

Antes del trasplante al invernadero desinfectar el material reutilizado durante el cultivo, como alambres, tutores, cuerdas, con formalina comercial al 2 a 5%.

Tratar follaje con óxido cuproso, oxicloruro de cobre, sulfatos de cobre y antibióticos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola mi pregunta como puedes diferenciar entre cancro bacteriano y la deficiencia de micronutrientes como Boro, Calcio que a mi parecer muestran similares simtomas.

Anónimo dijo...

hola encontre muy interasante la pagina tuya sige asi, me sirvio de mucho tu info. gracias.